9 Consejos para Superar el Estrés
que Genera el Regreso a la Escuela
Muchos dan la bienvenida al comienzo de un nuevo año escolar ya que significa un regreso a la rutina, tiempo regular con amigos y una nueva oportunidad de aprender y crecer. Pero para algunos alumnos (¡y padres!), esta época del año puede significar más ansiedad y estrés debido a las nuevas rutinas y los horarios más ocupados.
Los efectos del estrés
El incremento y la prolongación del estrés pueden afectar de manera negativa prácticamente todos los aspectos de la vida, desde relaciones tensas (no sé usted, pero cuando yo estoy estresada, no es muy agradable estar cerca mío), hasta la salud (el sistema inmunológico no funciona del todo bien cuando el cuerpo está estresado) y el procesamiento cognitivo. En este último caso, las señales son dificultad para concentrarse, prestar atención, asimilar información nueva y mantener la concentración, todos ingredientes esenciales para alcanzar el éxito en la escuela.
¿Cómo sabe si su hijo está angustiado? Algunos síntomas comunes pueden ser los siguientes:
· Cambios de humor, como por ejemplo, ponerse más irritable o agresivo
· Dificultades para dormir
· Cambios en el apetito
· Tristeza o llanto
· Dificultad para concentrarse
· Postergación o aplazamiento de tareas
· Retraimiento social o negación a participar en actividades de las que antes disfrutaba (a pesar de poder hacerlas, incluso durante esta era de la COVID)
· Síntomas físicos, como agotamiento, dolores de cabeza o problemas estomacales
Si observó alguno de estos síntomas en su hijo (¡o en usted!), piense en que hay muchas maneras de mejorar la situación, a pesar de la incertidumbre de la pandemia. A continuación, daremos diez consejos que pueden ayudarlo a usted y a sus hijos a afrontar mejor el estrés que genera el regreso a la escuela.
1. Fomente la comunicación
Motive proactivamente a su hijo a que hable con usted si se siente angustiado. Hable acerca de cómo se siente y valide sus sentimientos. Intente no personalizar ni negar lo que le cuenta. Por el contrario, demuestre empatía (más información a continuación). Si su hijo se acerca a usted, deje todo y escúchelo. Agradézcale por hablar con usted. No minimice lo que está atravesando porque, si bien quizás no parece muy grave en el plan de vida, sí lo es para él.
2. Muestre empatía
Cuando su hijo esté molesto por alguna situación en la escuela, lo mejor es comenzar por demostrarle empatía. Sus causas de preocupación pueden parecerle triviales, pero minimizar o negar sus sentimientos (aunque realmente esté intentando ayudarlo) puede hacer que se sienta aislado, lo cual reducirá las probabilidades de que se acerque a usted en busca de apoyo.
Es posible que su hijo esté expresando su angustia de manera abierta (“Esto apesta” o “No puedo manejarlo”). pero también es posible que lo comunique de manera menos directa (está más irritable, se aísla o evita hacer las tareas escolares). De todos modos, muéstrele empatía; escúchelo y reconozca que son tiempos difíciles. Al mismo tiempo, recuérdele que todos superarán esto juntos.
3. Enfrente la incertidumbre
Es natural que se sienta incómodo ante la incertidumbre. A la vez, la incertidumbre es parte de la vida (y aún más durante la vida en pandemia). Aplique estrategias y enseñe a sus hijos a reducir la angustia relacionada con la incertidumbre.
¿Cómo? Implemente estrategias centradas en los problemas y las emociones para afrontar la situación.
Las estrategias centradas en los problemas implican cambiar la situación o la naturaleza problemática de lo que está sucediendo. Algunos ejemplos de estos tiempos incluyen, por ejemplo, tomar precauciones adecuadas para mantenerse sano (como lavarse las manos con frecuencia y utilizar mascarillas cuando no es posible mantener el distanciamiento social). Las rutinas (como veremos más adelante) también son una excelente manera de sumar previsibilidad a la vida familiar.
Las estrategias centradas en las emociones implican mejorar la reacción emocional ante lo que está sucediendo. Esto incluye aceptar lo que no se puede controlar, abordar el estrés y enfocarse en los aspectos positivos.
4. Desarrolle rutinas
Las rutinas son una excelente manera de promover una mayor previsibilidad en la vida. Por ejemplo, que usted y sus hijos tengan un horario específico para irse a dormir y despertarse. Tal vez decidan pasar tiempo juntos como familia al salir de la escuela, como por ejemplo saliendo a caminar. Una rutina puede incluir preparar la cena en familia o disfrutar juntos de su programa favorito por la noche.
5. Concéntrese en lo positivo
Comparta tiempo con sus hijos y concéntrese en sentirse agradecido por los aspectos positivos de su vida. Asegúrese de encontrar tiempo para divertirse, como disfrutar de un pasatiempo que usted o su hijo hayan abandonado o que siempre hayan querido hacer. Por ejemplo, en mi casa, mis hijos que están en la escuela secundaria comenzaron a pintar como forma divertida de expresión creativa. Motive a sus hijos a que se alejen de las pantallas (un poco está bien, pero demasiado tiempo puede aumentar el estrés) y a que hagan lo que les gusta, como salir a andar en bicicleta o jugar a algo.
6. Sea amable. Retroceda
Si está estresado por lo que está sucediendo en las escuelas, sepa que no es el único. Querer lo mejor para sus hijos es desde ya, lógico para todos los padres. A la vez, es importante comunicarse de manera respetuosa. Esto no tiene que ver solo con el modo en que se dirige a los demás (en especial a aquellos cuyas opiniones difieren de las suyas), sino también con el modo en que habla de otros.
Si en un momento dado no puede evitar ser cruel o agresivo, respire hondo (y tómese un momento, si lo necesita). Luego, hable con su hijo sobre su arrebato. Este es un guion que yo personalmente he usado: “Perdón por cómo te hablé (hablé de X). No fue cortés ni actué como suelo ser yo”. Luego, puede resolver el problema en voz alta con su hijo para que pueda participar en el proceso. “La próxima vez que esté tan estresado, lo mejor sería salir a caminar antes de responder. ¿Qué otra cosa podría hacer?”
Así no solo le da un buen ejemplo de cómo afrontar el estrés, sino que también alienta a su hijo a proponer soluciones. Y, como bien sabemos, cuando creamos nuestras propias soluciones, tenemos más probabilidades de utilizarlas en el futuro.
7. Ayudar a otros
Ayudar a los demás es una excelente manera de darle sentido a su vida y de generar sentimientos más positivos. ¿Cómo puede ayudar a los demás? Como familia, busquen maneras de ayudar.
Como familia, busquen la manera en la que sus hijos puedan ayudar. Por ejemplo, ¿pueden ayudar a niños en grados inferiores a hacer la tarea en asignaturas en las que se sientan seguros, como matemática o lengua? ¿O pueden, como familia, ir a hacerle las compras a un vecino que no pueda salir? Ayudar a los demás es bueno para la persona que recibe la ayuda Y para usted. Es una situación en la que todos ganan.
8. Apague las noticias
Antes de la pandemia, las investigaciones demostraron que mirar las noticias por solo tres minutos a la mañana aumenta un 27 % las probabilidades de tener un mal día. ¡No quiero imaginar cuál es ese número ahora! Así que, mire lo menos posible las noticias. Esto incluye poner el noticiero (o incluso programas matutinos) de fondo o mientras usted y su familia se preparan para el día. En cambio, pongan música animada o conversen.
9. Implemente prácticas de cuidado personal
Dormir suficiente, comer bien, relajarse y divertirse en la medida que resulte necesario, siempre es muy importante, pero más que nunca en estos tiempos tan estresantes. Motive a su familia a que haga lo mismo. Medito todas las mañanas. Digo a mis hijos de manera proactiva que medito para ayudarme a ser la mejor versión de mí misma que puedo ser. El cuidado personal no es egoísta; es fundamental para un rendimiento óptimo.
El cuidado personal incluye hacer actividades durante el día para reducir el estrés. Podría ser salir y tomar contacto con la naturaleza, respirar hondo, sacar a pasear al perro, compartir tiempo en familia, mantener una conversación profunda con un amigo o tomarse un baño relajante.
Si usted o sus alumnos se sienten más estresados, recuerde que no está solo. Pida ayuda a sus amigos, familiares y a la comunidad si lo necesita. Pedir ayuda requiere mucho valor y NO es un indicio de debilidad.
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